Nos encontramos,
en el medio del sillón.
Tibieza simétrica y absorbente.
Nos enroscamos.
Fuimos el ovillo, y los gatos
que jugaron con él.
Una tarde.
Cuando pensaba que ya era tarde.
Apareciste.
Y todo ha sido una sorpresa.
Y ya no me siento ilesa.
En la mentirosa indiferencia que predominaba.
Me siento inmersa,
en el río aquel...del que te hablé.
Y así...
inmensas son las ganas,
las fuerzas,
las alas,
las llamas,
las clepsidras a punto de estallar.
Nos encontraremos de nuevo.