Dejar de ser un mapa hidrográfico de la sangre
que rumia por lo bajo
como una vaca estúpida...
No creo.
Dejar de esperar-te
con el huequito abismal
en el epigastrio y esos arañazos suaves invisibles...
No creo.
Ya no estoy enojada
ni le cuento a tol mundo tus andanzas, tu tiranía
ni te busco ni te presiento
te fuiste, creo.
Puedo convivir con tus opciones
planetarias (lo que te quedó)
sos demasiado grosa cosa
como pa olvidarte.
Y me veré en ti
me veré
y beberé la vida
cerca tuyo, a mi modo, welcome back.