¿Por quién se pliega tu corazoncito para hacer la grulla,
el barco y los picos de la suerte?
¿Por cuales aguas claras clama tu envergadura
agrietada desde el cerezo?
Yendo a la luna en motocicleta,
a festejar que la diosa fortuna, esta vez
no debe un año de alquiler y se queda allí
para todos.
¿Por qué es?
Que los rayos de esa boca,
que los aires,
que está loca,
que madrugan en las entrañas
de ensalada del calendario,
entre antiguos retratos
de calvarios,
lo que desaprende, por vivir...
¿La respuesta?
Hunde tus tierras.
¿Por quién te quedas esas horas tiesas?
¿Por quién fabricas de arena las maquetas?
Explota tu mejor canción...
Muñeca, cielo, balcón,
muchacho tímido, revolcón, careta,
xilofón...ojitos de pícaro abanico.
Todo lo engullido, lo que quieres decir
y por concentrarte en el manifiesto,
pierdes.
Lo que haces y vemos todos.
La verdad.
¿Por quién ves?
La sal en tu vida.
La otra guarida.
A contraluz despierta más allá del horizonte...
es tu corazón un viajero.
¿Lo es?
El rostro precioso que mira de frente
destello inteligente
esquina filosa
que arrincona tu mente
sin medias tintas.
La magia.
¿De quién es?
Siempre.
¿Por quién corres, callas, sueñas,
planeas, te estrellas y vuelves a zarpar?
Yo lo se.
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