El sol en mi balcón, las plantas siguen verdes y creciendo. Las que pinté son un recuerdo de permanencias fabulosas. Me veo creciendo en ellas.
La lluvia me arranca sonrisas del alma, dejando brotes de otras futuras.
Tengo una guarida ante el mundo, para el mundo, es el mundo. Ni falta que me hace porque soy la ciudad, el bosque y el punto donde comienzan los caminos que me faltan recorrer.
Una chimenea irregular.
La musiquita.
No tengo miedo, todo lo que tengo anda libre.
Y el verdugo verá en mis ojos la burla de su juego.
Naturaleza, anhelo de los bichitos de ciudad. Comiendo un pedazo de tu pastel, me chupo los dedos… te reclamo con un guiño mis raíces.
Esto que está haciendo la vida de mí, esto de lo cual poseo la llave, porto y nutro.
Con alegría, con gusto de contar una historia, de no olvidarla, de compartirla y exprimirla…durmiendo la siesta o emprendiendo la travesía más osada que jamás imaginé. Amando…eso que dicen es tan bello, quizás sea parecido a lo que yo siento.
Codeando el tiempo con otros.
Riendo siempre…hasta cuando lloro, y me disfrazo de piltrafa pequeña, estoy riendo a mi manera.
Yendo…pedazos de ríos somos en este círculo de agua con islas.
Rompecabezas total.
Nunca estará terminado, por eso no tengo miedo.
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