Se me agita el corazón,
entre tantos muertos y tantos vivos...
que hoy aparecen, que hoy se van...que ya no vuelven,
que nunca más.
Siento que se desprende una vía láctea desde la tierra
que asciende, traspasa todas las fronteras,
y queda altiva sobre nuestros sesos
absorviéndonos el alma a veces.
Un fulgor de seres.
Es que hay gente así,
¡que fiesta que nos dan!
dieron y darán más,
cómplices de la memoria.
Se han descubierto y
han entregado con generosidad su secreto,
su arte.
A quienes les ha importado un bledo
la humanidad
y se han desnudado
dándonos lo mejor.
En público.
Qué irónico.
Yo digo, ¡paren de morirse!
porque pienso en Amy, Jackson, La negra, Whitney, El flaco...
Y a la vez me tranquilizo...
porque donde sea que vayamos después,
después de esta vida digo,
¡van a estar ellos!
Como granitos de arena que viven del otro lado,
nosotros aquí,
batiéndonos en la turbulencia del movimiento,
del creer, del crecer,
para después caer,
contenidos en la silueta de este reloj,
hasta que a los dedos invisibles del infinito,
se les ocurra volver a poner de cabezas la existencia.
O un big crash rompa los cristales que nos forman...y comprendamos quizás que somos uno.
Estrellas, arena, música y letras.
Es inevitable la tristeza pero :
¡Los artistas nunca mueren!
Hoy le dejo un saludo de Feliz Cumple a Joaquín Sabina, tremendo arlequín del tiempo ! ;)