Estaban hechos de pedacitos.
De palabras, de colores, de olores, de momentos.
Pedacitos de recuerdos, de ilusiones de otros y de maltratos.
Ignorados por muchos, amados por tantos.
Estaban hechos de pedacitos únicos en su estilo.
Candelabros de colores, listos para ser encendidos.
Como vos y yo.
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