viernes, 24 de julio de 2015
sábado, 18 de julio de 2015
Vamos
Los brazos extendidos boca arriba
delante mío
de las pinceladas rosas, blancas y naranjas
los recuerdos
las cicatrices nacaradas y los gatos
de los dedos, los vestigios
nacen ramitas desde las primeras falanges
y estiran al mar del frente
sus arabescas propuestas de flor
y hojas
del jardín de gente que crece dentro
Serenata para la tierra de uno
siente el cuerpo
piensa el cuerpo
que no hay moros en la costa, que hay pateras
allá
y que en esta arena pedregosa en la que
me planto
vibra tanto tu pecho y tu encanto
que a piel y canto
endulza
el espanto
de nadar con las algas y trenzarnos
de verde y agua.
Me había bordado en la razón
que la eternidad era la mar mezclada con el sol
había pescado
un montón de supernovas,
una suerte de colección
Y de caminar saltando las huellas
y de dormitar en el péndulo de dios
me quedaron listas las alas
me abrazaron los hijos
y me contó el viento
girado
que venías, que venía, que vamos.
delante mío
de las pinceladas rosas, blancas y naranjas
los recuerdos
las cicatrices nacaradas y los gatos
de los dedos, los vestigios
nacen ramitas desde las primeras falanges
y estiran al mar del frente
sus arabescas propuestas de flor
y hojas
del jardín de gente que crece dentro
Serenata para la tierra de uno
siente el cuerpo
piensa el cuerpo
que no hay moros en la costa, que hay pateras
allá
y que en esta arena pedregosa en la que
me planto
vibra tanto tu pecho y tu encanto
que a piel y canto
endulza
el espanto
de nadar con las algas y trenzarnos
de verde y agua.
Me había bordado en la razón
que la eternidad era la mar mezclada con el sol
había pescado
un montón de supernovas,
una suerte de colección
Y de caminar saltando las huellas
y de dormitar en el péndulo de dios
me quedaron listas las alas
me abrazaron los hijos
y me contó el viento
girado
que venías, que venía, que vamos.
domingo, 5 de julio de 2015
miércoles, 1 de julio de 2015
Lo conocí el día en que murió
LLAVES
No toda llave es de metal, hay otras
que no saben de puertas
sino de las cuestiones que empañan el alma
en trances de andar sola.
Conocen la nostalgia y el vacío
de partir sin adioses.
Y aparecen de pronto, en el momento exacto
- de sujetar la pena en las paredes...
- de inventar el olvido
al regreso de toda pesadilla...
- de ver que tiembla un niño
y pretendes calmar su desventura...
- de alargarte en el río
más allá de las cumbres que refleja...
Son llaves que no invaden cerraduras,
desasidas atmósferas y espejos
que juntan la moneda en sus dos caras
con lujoso relámpago.
Ahora, en la vereda que conduce a casa,
lugar de los resúmenes de aurora
en los trajines de mi compañera
acicalando los manteles,
frazadas, los hijos, los recuerdos,
surgen las de metal y me atropellan
de música las manos
para que cualquier sombra se distraiga
al abrir la puerta.
que no saben de puertas
sino de las cuestiones que empañan el alma
en trances de andar sola.
Conocen la nostalgia y el vacío
de partir sin adioses.
Y aparecen de pronto, en el momento exacto
- de sujetar la pena en las paredes...
- de inventar el olvido
al regreso de toda pesadilla...
- de ver que tiembla un niño
y pretendes calmar su desventura...
- de alargarte en el río
más allá de las cumbres que refleja...
Son llaves que no invaden cerraduras,
desasidas atmósferas y espejos
que juntan la moneda en sus dos caras
con lujoso relámpago.
Ahora, en la vereda que conduce a casa,
lugar de los resúmenes de aurora
en los trajines de mi compañera
acicalando los manteles,
frazadas, los hijos, los recuerdos,
surgen las de metal y me atropellan
de música las manos
para que cualquier sombra se distraiga
al abrir la puerta.
Manuel Serrano Pérez / Objetos de bolsillo (2010)
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