jueves, 13 de enero de 2011

Pa Málaga


 Málaga la bella! lo dice Sabina y muchos otros pero para variar cito al maestro. Visita matinal soleada y fresca, practica y hermosa. Por el centro, calle Larios,casa de Picasso, museo, paseo marítimo. Gente, gente, gente, acentos y más acentos...unos que otros músicos y estatuas vivientes. Ruidos de coches, comercio, fuente, sol, aceite de oliva. 

Mirando p´arriba en Málaga ...
 






 aparecieron estos artistas













 "Cuando miro, trato de ver las cosas por dentro"

Málaga es mucho más que la suma de sus edificios, calles y plazas. Sin las personas que los habitan y habitaron, sin el cúmulo de avatares que sobre su solar acontecieron, su urbanismo no sería a la postre sino una ordenación más o menos hermosa de ladrillo y piedra. Hace tiempo que alimentaba el deseo de plasmar en el papel, si tal cosa es posible, el alma malagueña, la que rezuma al cabo de las caminatas por sus calles y plazas, a las que me he entregado durante toda mi vida. Encuentros, paradas, reflexiones y proyectos que, llevados a la marmita de la memoria, suelen dar para mucho...
Y es que debo tener una mala costumbre: cuando miro, trato de ver las cosas por dentro, por detrás y por los lados. Y hasta diría que las anticosas. Con lo fácil que es derramar la mirada por el entorno y quedarse en el posado sereno, sin arietes indagadores, sin intenciones aviesas; pues nada, algún gnomo me persigue, me pincha en el iris y me acucia.
Un día tras otro, peregrinando aquí y allá, y a cada nuevo que alborea, veo a Málaga rozagante, distinta, enamoradiza, singular. Será porque padezco síndrome escénico y descubro en la misma función de cada noche matices desconocidos. Para quien ha tomado el oficio de escribir, experiencias así supongo que serán ventajosas. Les pido que me acompañen; les llevaré a rincones archiconocidos y a otros que lo son menos; y les sugiero que fijen la mirada en lo que tienen delante y que establezcamos comunicación con... ¿con quién, con qué? Porque la calle, la casa, el castillo, el mercado, la iglesia y la estatua, el jardín o el cementerio, que se sepa hablan poco, y cuando lo hacen es en el lenguaje de que los dota la historia, que es mágico e intramundano y hay que entenderlo pegando la piel a las piedras, a la pose, al talante. De ahí que les emplace a pasear y acepten mis explicaciones, que serán razones en tanto en cuanto motiven lo que vengo diciendo. Serán, al cabo, fructuosos recorridos por Málaga. 
        
                                                   Enrique del Pino.

No se que tal será su libro "Paseos por Málaga" pero dan ganas de leerlo después de esto.     

Por fin, el desayuno andalú ! Salú!