domingo, 16 de octubre de 2011

Rosa de los vientos.

Estela sería la tuya,
retorcijón sería el mío...
literalmente hablando.
Y en nuestro mundo
caprichosamente garabateado,
mucho más interno el arrullo...
más resplandeciente la fuente...
la ruta cegada.
Mirá los poros de esta imagen
como filtro de café que se tomaron
centenares de soñadores al pie del cañón,
si no son más...
Como mapa hidrográfico,
pergamino impreso en casa ...
En el sucundúm de la gráfica, 
no es lo que buscamos.
Cuando se congela el momento
y nos tensan unas lineas multicolor,
esa es la verdad,
y una panorámica de ello bastaría para tener claridad.
Nadie la toma.
No lo pensemos ni en broma, que miedo...
Creo que ya nos comunicamos lo necesario,
intercambio de breves paquetitos de luz.
Y ahora,
somos partícipes del tiempo.
Caminantes de rosas, de vientos, opuestos.
En nuestro paraje, quede un remolino atractivo,
queme y haga coalescer a toda alma que se avecine !
¿Acaso no es eso el espejismo indescriptible del amor?
Ya verán luego que hacen con todo aquello...