viernes, 22 de julio de 2011

Afronta o afrenta.

Atrincherada contra los movimientos impredecibles,
atrincherada contra las agujitas desgraciadas,
armada,
más imposible...preparada desde que tiene razón para esta afrenta.
Atrincherada y no por eso quieta.
Alerta, potencial, fuerte, sola.
Vigila los pasos, manda mensajes en código morse.
Observa.
Calla más de lo que quisiera, y no dice siempre la verdad.
Se le ha venido un enemigo de su talla.
La ven y presienten quienes la conocen...está más tensa de lo habitual.
"Aflojaaaaaaaaa!" le dijo un tipo de por ahí.
Y una risa a medias, ni complace ni quiere.
Es lo que hay.
Un depósito lleno de elementos utilizados veces anteriores.
Nuevas adquisiciones.
No tiene suficientes heridas todavía, y está roja...
de sangre.
De vida, tanta tanta vida que le da miedo.
Afrontar.

Esto.

Entradas y salidas.
Dimes y diretes.
Este es el mundo irreal de la inspiración.
Esta es la descarga, parte de... la descarga madre.
Retazos insignificantes por si mismos.
Nunca será magnífica la comunicación como la que tienen los ojos en directo, los cuerpos a pleno.
Es diferente.
Es una herramienta, nada mas.
Suelen quedarse con herramientas los pasajeros de trenes fantasmas.