sábado, 21 de mayo de 2011

Dentro mio

Dentro mio hay túneles excavados por seres,
a los que no les permití la entrada y se infiltraron.
Dentro mio vive un anarquista,
a quien mantengo borracho casi todo el rato...para acallar.
Y si sobrio me lo encuentro... ¡Ay!
ese día hay revuelo y desazón.
Estamos en tratativas...sin mucha esperanza.
Dentro mio va de un pequeño jardín andaluz lleno de flores,
a las catacumbas más oscuras donde moran algunos monstruos.
Los viejos, los nuevos...los subconscientes y los tiernos.
Los entreno...cuando me siento en forma.
Dentro mío se reproducen películas todos los días
de 0:00 a 0:00. Diferentes salas...para gustos varios.
Dentro mio no hay lugar para tu olvido.
Y me asombro de todo lo que falta todavía por absorber.
Dentro mío se puede tomar un té.
Si es que ese día no pasó un huracán y se volaron todos los muebles,
con la pava y las palmeras también.
O me quedé colgada boca abajo de las estrellas
que fui a recoger en alguna quimera.
Pero indefectiblemente, dentro mio,
la vida bebe sangre del cauce de las arterias
y se duerme una siesta en la sima de la cresta ilíaca que prefiera.
Contemplando en sueños los atardeceres y los lugares a donde voy.
Dentro mío colecciono partículas.
Hay un campo arado donde siembro sfijas.
Tengo un espejo antiguo, donde te encontrarás por mis ojos.
Un álbum, horas y horas de conversaciones
recién saliditas del horno.
Dentro mío el mapa mundi está al revés
y todo hay que hacerlo caminando.
Eso si, se desconecta a veces la antena
y para comunicarnos, tendremos que tocarnos.
Dentro mio, si no llueve...se verá todo en sepia.
Si me duele, le mando un libro...o una pastilla de souvenir.
Dentro mio a veces no estoy.
Y nace un puente sobre cataratas y barrancos
hasta una casa, a cualquier lado, a la estupidez.
Surge un arrollo que hasta hoy no se secó.
Y hay jirones varios por los rincones.
Dentro mio también,  hamacas paraguayas espectaculares,
si molestan los efectos especiales, tengo auriculares.
Besos facilitadores del viaje en frasquitos sagrados.
Estanterías de ganas y bocetos.
El reloj detenido, casi todo el tiempo.
Un sector de no fumadores que aborrezco,
y uno en donde nada se toca...sin necesidad de cartel.
Después de un tiempo,
ya no parece tan desordenada la extensión.
Dentro mio, si no me mudo tanto...
si no se pelean todos (les encanta debatir)
...si no me visto de espanto...
si no se organiza la kermes, ni la huida,
si no cierro el boliche y sola canto...
por lo general se puede estar muy tranquilamente.
Y mientras dé las campanadas el mio cardio,
espero allí encontrarte de repente, alguna vez.
Pa que te quedes por un buen rato. Y más.
Si eso pasa... todo lo antes descripto y lo invisible,
se inunda de nosotros,
y así es como me gusta estar.

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