miércoles, 24 de agosto de 2011

Un claro cercano

Sos un estímulo,
una acuarela,
los vaivenes de las fenestraciones
en mis decisiones...
arena.
Un alambrado circular,
en un campo de helechos.
Y un teclado.
Sos el excipiente
de las últimas melodías
sobresalientes,
ni tanto ni tan poco.
Verás...
Una luna
aunque yo nuble mi cielo
de un tirón,
beso lila,
bermellón.
Un tocadiscos modernizado,
una bolsa de pasado,
un gol.
Dos antenas caracoles,
sin reloj.
Sos un laberinto,
de los que hay muchos
y me tocó de sopetón...
en frecuencia
sin modular,
sin repetir y sin chistar.
Pude
trepar por un andamio,
desde lo alto
divisar parte de la trama y
acampar en un claro cercano,
en tu rincón.
No fue trampa, sólo una razón.
Y mientras creces,
poblando,
desde aquí...
¡qué maravillosas rugen las estrellas!


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